domingo, 26 de octubre de 2014

LA PARCA

Oh muerte que viniste,
deja tu arma quieta,
no he llegado a mi meta
y ya me desviste,

te llevas mi cuerpo,
mis sueños, mi todo,
y se pudre en el lodo
todo el recuerdo,

si tú no me avisas,
yo debo de andar,
bogar por el mar,
a qué tanta prisa,

disfruta de otros,
los que ya te llevaste,
¿no te es bastante?
¿todo es tan poco?

¿que qué voy a hacer?
esconderme en la vida,
agarrarme a las bridas
que atan al ser,

tu ansia es fatal,
nadie te invoca,
¿por qué con tu boca
mi nombre darás?

quien te permite ser
a la fiesta invitada,
y a la vida sin nada
que se pueda ofrecer,

¿descanso final?,
no digas engaños,
que allí no hay años
ni etapa estival,

y no estoy cansado
de ver el Sol salir,
y de sentirme latir
como un enamorado,

aferrado estoy aquí,
váyase por ahora
que para nada es la hora
de dejar de vivir,

no valen sus promesas,
usted no es fiable,
deje de mirarme
y vaya a otra presa,

y cuando me volví,
sentí el último latido
y un alarido salido
de un sueño infantil.








No hay comentarios:

Publicar un comentario