Más que un patio con ventanales
parecía una pared con nichos,
negros como un tren muerto,
callado como un patíbulo,
más que gente alegre
érase el silencio profundo,
vidrios de grises secretos,
viento frío con nudos,
más que vida era piedra,
se vencían los minutos,
desesperante inactivo tiempo
en unas cortinas sin humos,
¿así acaba un año ausente?
maldito inconcluso asunto,
deriva de sonidos impotentes,
fragua de sello insoluto,
que triste parece el día,
ignora hasta si es corrupto,
la cuestión parece insoluble,
al año le queda un minuto,
¿serán gritos de destierro?
¿un deambular de murmullos?
qué frío este día de invierno
sin abrigo y sin mundo,
no es un único caso que llora,
hay desgracias, lo asumo,
falsedades, alma que implora,
venta al diablo de un segundo,
¿se muere como se muere otro año?
se harán juras y conjuros,
la pena del alma está ronca,
el Sol no aporta un impulso,
abrazos de brazos caídos,
voces e historias confundo,
¿el hombre vivirá a solas?
la risa y el sueño están mudos,
no se habla de temas propios,
todo se me vuelca absurdo,
productos de noches de insomnio,
renuncia a trayecto diurno,
miro al frente, que solo estamos,
viene matando un frío agudo,
un maltrecho andar donde todos
vamos despreciando segundos.
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