jueves, 12 de marzo de 2015

EL ABORTO

Como era obvio estaba nervioso. Entonces se podía fumar más o menos en ciertos rincones y escaleras del hospital. Deseaba un varón como hermano de su niña. Había sido un embarazo cuajado por octubre y soportado por los fríos de febrero. Su inquietud e ilusión eran obvias. Cuando llegó el médico notó una expresión extraña, más de sorprendido que preocupado.
- antes que nada, ¿cómo está ella? - perfectamente - (me dijo)
- dígame ¿qué ha sido? - nada - ¿nada? - sí, nada, pero ha dejado una carta -
- ¿una carta? no le entiendo - yo tampoco lo entiendo pero es así -
- ¿quien ha dejado una carta? - pues alguien habrá sido pero no sé responderle
(inmediatamente le hacen señas y sale corriendo) se quedó absorto viéndolo ir, ¿Qué está pasando?
No parió Correos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario