lunes, 2 de marzo de 2015

LA EVOCACIÓN

Me gustaría y no sé cómo
recordarte cómo recordar,
y que evocaras conmigo
un tiempo pasado,

¿Aquella tarde de marzo?
o quizás ¿algún lugar?
aquellos rosales bordados
por el rocío del mar,

aquel paseo decorado
de álamos de ocre lunar,
aquel manto de la noche
en que nos besamos,

no lo recuerdas, ¿no lo puedes llorar?
¿el tiempo lo ha borrado?
quizás fuimos nosotros de veras,
pero demasiado pronto y poco audaz,

intento la magia, y no sé cómo
hacerte vivir, recobrar
en este presente que nos reclama
aquella promesa que quisímonos dar,

algo presiento, algo alimento,
¿las olas? ¿el viento? ¿la frontera del mar?
frontera de mi vida, va a la deriva
la historia de amor que se fue a navegar,

cosas pasaron, intensas, ya lejanas,
como el murmullo que sucede a la tempestad,
más aquella lluvia que una vez nos anegara
dejó cristales que no podemos olvidar,

ahora recuerdo, cierto, lo recuerdo,
en mi sueño te tuve, y en la realidad te vi,
y aquellas palabras, aparentemente apagadas,
siempre estarán, en ti y en mí.

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