jueves, 12 de marzo de 2015

EL VIEJO LOCO

Dicen que era por los carnavales
cuando el viejo bailaba sin desmayo
vestido de diablo rojo,
con una litrona y abierto en canales,
era un loco y ávido yayo
de unos mocosos flojos,

hacía mil círculos como Tales
por la arenas del Olimpo en mayo
con los zapatos en remojo,
en su frenetismo no sabía cuáles
eran las diferencia entre los cayos
y los callos con mojo,

todo esto le ponía a raudales
mientras la vasca decía vaya payo
y se miraban de re ojo,
más impertérrito él se vale
de su mueca, y del ensayo
de los locos piojos,

vivía como estatua de caudales
y de pedir fiado en el bar de Cayo
manteca con pan de hinojo,
no tuvo nunca los males.

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