Últimamente ando entre la contradicción
y muchas dosis seguidas de pereza,
así, decido no ver más la televisión
ni leerme las noticias de la prensa,
ni escuchar debates políticos de la radio,
ni saber nada de las empresas,
también he decidido hacer más ejercicios,
recuperar mis tiempos de lecturas,
dedicarle más tiempo a los míos,
pintar más, dormir menos,
divertirme con cosas que lo merezcan,
preguntarme continuamente
como acto obligatorio que no desfallezca
- ¿qué hago yo por todo esto? -
por todo esto que me rodea,
¿qué hago por mi prójimo
que a la calle echan?,
y salir ya de mi asombro
cuando veo que en cotidiana escena
aceptamos que el que no roba
es porque es gilipuerta,
la contradicción está en que velo la tele,
escucho la radio, leo la prensa,
no sé si por saber más de lo mismo
o porque milagrosamente espero
que todo esto desaparezca,
algo así como que "hoy los bancos
concientes de su vil estrategia"
me han quitado todo el crédito
y, para colmo, tú me dejas.
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